¿Para qué sirve la “Revista”?
Imagen tomada de El Nacional. |
Este tema me produce sólo una pregunta: ¿Para qué sirve la Revista?
Ante ese cuestionamiento, de seguro cada quien tendrá sus respuestas; las mías son:
La revista y su utilidad. Para mí, para mí, para mí (como diría Toño al Pachá), además de esa teoría que establece que su razón de ser es que los vehículos “APTOS” (con luces, gomas, botiquín...) circulen por nuestras calles, la revista solo sirve:
- Para que la gente coja pique en la calle.
- Para que el Gobierno recaude dinero, quien sabe para qué cosa.
- Para dinamizar la economía, pues una persona que permanezca inmóvil en una fila por largas horas, consume todo lo que le pase por el lado (empanadas, pastelitos, quipes, botellitas con agua...) y arroja los desperdicios al...
- Saciar el hambre de recursos de las autoridades, debido a que revisar, revisar, revisar, lo que se dice revisar NO parece que sea el objetivo.
- El mismo pique.
- Instar a la población completa a inscribirse en un sindicato, por aquello de que sus miembros están por encima del bien, del mal, de la AMET y del gobierno central, y sus tuertas y selectivas reglas que sólo se aplican al que paga impuestos y no tiene el amparo de algún funcionario, militar o aspirante al Comité Central o mejor, de alguien que esté en la cúpula del partido (esa “gracia” supongo que es escasa).
- Preservar la vida de conductores y pasajeros (es broma).
- Para que la gente siga cogiendo el pique anterior.
- Mostrar que los dominicanos somos especialistas en dejar todo para último (bueno, una respuesta floja en este caso, pero válida por eso de la “objetividad”).
- Exhibir lo eficiente de la campaña publicitaria de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), la cual nos mostraba el alegre relojito con su conteo regresivo hasta en las sopas chinas que tanto se consumen hoy día.
- ¿Ya dije que para que el Gobierno siga recaudando dinero quién sabe para qué cosa? (¿campaña prematura?).
- Perder tiempo por 45 pesos (como me dijo alguien en Twitter).
- Ver padres de familia de las especies llamadas "buscones" y "tamo' aquí".
- Madrugar. Se madrugó mucho en estos días tratando de conseguir el esquivo papelito.
- Vaciarnos los bolsillos (si acaso nos quedó algo después de la reforma fiscal).
PD: la revista tiene, otra vez, nuevo plazo (31 de este enero); el marbete no, y los Amets andan rabiosos (con derecho, en la parte de hacer cumplir la ley sin abusos).
Ah, y por si lo había olvidado producto de la resaca del alcohol adquirido sin restricción de horario en algún “drink” de barrio o ensanche, también se aplicó un aumento de un 8 a 11% del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS).
¡Dios nos agarre confesados y nos permita ver o hacer una oposición unida y fuerte!
“Abur, menores”.
Twitter: @LuisDanielN
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